Las ilustraciones de McBess sirvieron para que la publicidad de Nissan situara al modelo Qashqay en el epicentro del mundo urbano y a la vez se apartara un poco de los códigos de comunicación habituales de los coches. En Yorokobu buscaron también una forma diferente de llegar a su público. Por eso dimos superpoderes a uno de los personajes de McBess, que sacó la mano desde las primeras páginas de la revista para abrazar la página en la que se encontraba el último diseño de Nissa Qashqay.